El Propóleo es un mineral compuesto por resina -secreción orgánica de árboles- que sirve como antiséptico, antiviral y antiinflamatorio natural, el cual las abejas utilizan en sus colmenas para sellar los huecos y al mismo tiempo barnizar el interior del mismo. Esta sustancia es modificada por estos insectos aportando nutrientes y propiedades que son beneficiosas para la salud. Aunque es utilizada desde hace cientos de años; incluso por la antigua Egipto, en los últimos años se han estudiado sus propiedades y beneficios.
Para qué sirve el Propóleo?
El Propóleo es una sustancia creada por las abejas cuando hacen miel. Está elaborada a base de resinas de árbol, cera, aceites esenciales y polen. Esta combinación no solo es útil para su colmena, sino que conforman una fuente de nutrientes vitamínicos que aporta propiedades que lo hacen útil para una amplia variedad de usos. Tal parece que estos insectos nos aportan muchísimos beneficios.
Propiedades del Propóleo
- Algunos estudios han arrojado datos que señalan que el Propóleo posee propiedades antiinflamatorias.
- Posee propiedads antimicrobianas y antiviral.
- Existen estudios, que indican que el Propóleo puede contener propiedades defensivas del organismo, lo que al parecer es beneficioso para el sistema inmunitario, es decir anticuerpo. Se están realizando estudios para comprobar el grado de eficacia en este campo de la salud.
- Cuenta con propiedades antialérgicas.
- Posee una dosis importante de polifenoles; el cual actúa contra los radicales libres, siendo un antioxidante natural.
- Según algunos estudios es un potente bactericida. Se conoce cada vez más sus beneficios en este campo.
- Contiene propiedades antisépticas, por lo que es idóneo para prevenir infección. Suele ser usado en la higiene intima para prevenir infecciones en esta área delicada.
Beneficios del Propóleo
Esta sustancia natural cuenta con muchísimas propiedades que ha llevado algunos expertos de la medicina natural a determinar sus beneficios para la salud. Algunas utilidades o beneficios del Propóleo son los siguientes.
- Es ampliamente utilizado para combatir catarros, resfriados, sinusitis, gripe e incluso asma bronquial. Con respecto a este último, conviene pedir la asesoría de un especialista quien determinará si es apropiado tomar Propóleo . Recordemos que este tipo de afecciones requiere siempre la indicación de un especialista.
- Alivia las cuerdas vocales. El Propóleo cuenta con propiedades antiinflamatorias, lo que permite que quienes se dedican a la música puedan experimentar alivio tras su uso. De hecho, el centro de investigación sobre Fitoterapia ha entregado premios a cantantes reconocidos por emplear el Propóleo para evitar afonías y la ronquera. Sea que te dediques o no a la música puede ayudarte con tus cuerdas vocales.
- Combate gérmenes.Sus propiedades como potente bactericida, permite que sea usado en tratamientos de infecciones cutáneas, urinarias e incluso caries dentales. Al mismo tiempo, es útil en intoxicaciones alimentarias.
- Combate la gingivitis. Esta aseveración todavía está en proceso de estudio, no obstante, en el mercado ya hay espray bucal que, combinados con otros nutrientes combaten la gingivitis en su etapa más temprana o leve.
- Combate enfermedades digestivas. Los problemas de gastritis, ulceras o diarreas son muy comunes. Pues bien, de acuerdo algunos estudios el Propóleo alivia problemas del tracto gastrointestinal.
- Actualmente se manejan algunos estudios preliminares que indican que aplicar un poco de esta sustancia natural durante un tiempo determinado puede aliviar las quemaduras leves e incluso puede prevenir las infecciones en las heridas.
- Cura las yagas bucales.Al parecer las propiedades de esta sustancia alivian las llagas de la boca causadas por las dentaduras postizas. En este respecto hay enjuagues bucales que poseen Propóleo como ingrediente activo de cicatrización y alivio.
- Sistema inmune.El propóleo junto con otros compuestos es recomendado para mejorar la respuesta de nuestro sistema inmune.
Cómo se consume el propóleo
En adultos, se recomienda una cucharada (15 ml) tres veces al día; en niños, una cucharadita (10 ml) cada 3-4 horas